El estadio Charlety de París ya está preparado para ser el epicentro del atletismo paralímpico con la celebración del campeonato del mundo del 8 al 17 de julio. El equipo español acude a la cita de la capital francesa con 41 deportistas, con Judith Tortosa y Miriam Martínez como representantes de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido.
Ambas estarán acompañadas por la seleccionadora nacional, Isa Hurtado y por la entrenadora Ainhoa Martínez. Para Judith, que el pasado verano estuvo en los Juegos Paralímpicos Europeos de la Juventud en Pajulahti (Finlandia), será su debut mundialista y participará en la disciplina de Frame Running (antes Race Running) T72 100 metros.
“Este Mundial lo afronto con mucha ilusión, ganas y alegría, espero hacer un buen papel. Mi objetivo es mejorar mi marca personal y volver a España con una medalla”, dice con ambición la atleta del Club Atletisme Xàtiva, cuyo mejor tiempo en los 100 metros es de 19.38 segundos, que también es récord de España. Judith correrá el domingo 9 las eliminatorias a las 9.50 horas y si logra la clasificación, estará en la final a las 19.19 horas.
Por su parte, Miriam Martínez también disputará su primer Mundial. Debutó en una competición internacional importante en el Europeo de Polonia, conquistando el oro, y unos meses después se colgó la plata en los Juegos Paralímpicos de Tokio en lanzamiento de peso. Pero debido a los problemas de salud derivados de su enfermedad, la alicantina se ha visto obligada a cambiar de disciplina y ahora competirá en lanzamiento de jabalina F34 (Martes 11 a las 18.34 horas).
“Siento felicidad al verme en la lista, es una recompensa por todo lo que he pasado para llegar hasta este momento. Han sido tres años muy duros, pero siempre he estado entrenando para las grandes citas. Le doy las gracias a la federación por confiar en mí y por darme la oportunidad de estar otra vez entre las mejores del mundo”, apunta.
Está siendo un proceso complicado ya que tras una operación le quedó una fisura en la médula que le está dando problemas: “Eso hace que tenga que cambiar una y otra vez de posición, con adaptaciones a la silla, aunque tengo a mi padre que me ayuda a solventarlas. Él es quien me la ha diseñado, sin la silla no habría nada”.
“La sensación con la jabalina es muy buena, es con lo primero que empecé hace tres años, pero era de pie. La posición de sentada se hace algo complicada a todos los niveles, aunque se lleva con ilusión y positividad. Estar en el Mundial es ya una medalla de oro, pero no me conformo con eso. Aun sabiendo todo lo que llevo a las espaldas y mi situación actual, quiero más. Es una categoría muy competitiva, somos más de 25 y ahora estoy la número 11 del mundo, pero quiero estar entre las cuatro o cinco primeras”, añade.
