Raquel Martínez grabará para siempre la semana que ha pasado en la estación gerundense de la Molina, en la que se ha convertido en la primera representante de la Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido en competir en un Mundial de snowboard. Tras ser sexta en boardercross, ha vuelto a repetir posición en la prueba de banked slalom, una modalidad en la que deben sortear puertas a lo largo de un trazado con forma de medio tubo con montículos.
Unos días después de hacer historia con una medalla de oro por equipos junto a Irati Idiákez, la leonesa ha quedado entre las seis mejores en categoría SB-LL1, que engloba a aquellas deportistas que tienen discapacidad física más severa en las extremidades inferiores.
“Mis sensaciones son buenas, estoy muy contenta por cómo he terminado la prueba. En la bajada de cronos me caí por un fallo mental, iba súper bien, hasta que vi el circuito de al lado, en el que estaban las rivales amputadas de brazos y me puse nerviosa. La bajada de competición fui a disfrutarla, era bastante complicado ganarle a la australiana Amanda Reid, quien me había sacado bastante ventaja en la Copa de Europa en Holanda. Sin embargo, hice mi mejor bajada, cuando llegó ella a meta a mí solo me quedaba una puerta por pasar. Diría que me ganó en la salida, así que estoy feliz.
“El balance del Mundial es muy positivo, he aprendido muchísimo y ha salido mejor de lo que esperaba”, ha añadido Raquel, quien dejó de competir en esquí alpino a finales de 2020 para cambiar de deporte. En apenas dos temporadas ha experimentado una gran mejoría sobre la tabla, ganando este curso cuatro medallas en Copa de Europa, dos platas en Landgraaf (Holanda) y dos bronces en Cortina d’Ampezzo (Italia).
